Como pasa con todas las cosas, el WhatsApp de familias en los centros educativos no es ni bueno ni malo.
De hecho puede ser una forma práctica, eficaz y útil, para informar y estar informados sobre las cosas “importantes” que ocurren en la comunidad escolar a la que pertenecemos.
El problema existe en la valoración de aquello que es realmente importante.
Y así utilizados, son aceptados por toda la comunidad educativa como una herramienta que puede llegar a agilizar ciertos procesos de comunicación y facilitar el trabajo de las y los docentes.
El problema deviene cuando estos espacios se convierten en na fuente de cotilleos, de información poco clara, de datos poco fiables y de espacio de protesta.
Se da en esos casos un efecto lupa, por la amplitud del número de personas que lo conforman, que hacen que cualquier acto nimio parezca el fin del mundo y provocan que se pierda la perspectiva acerca del tema o hecho que se está tratando.
Para ello es importante seguir unas pautas en el uso de esta herramienta.
1. El grupo de WhatsApp es un medio para intercambiar información relevante acerca de la vida escolar de nuestros hijos e hijas.
2. Atajar, cuanto antes, los usos inadecuados. No participar en los debates inapropiados o destructivos e intentar cortarlos.
3. Salir de los grupos poco eficientes o que no cumplen con los objetivos establecidos.
4. Y, recordar siempre, que las cuestiones que consideramos urgentes y/o muy relevantes, es mejor hablarlas en persona con las y los implicados.
De hecho puede ser una forma práctica, eficaz y útil, para informar y estar informados sobre las cosas “importantes” que ocurren en la comunidad escolar a la que pertenecemos.
El problema existe en la valoración de aquello que es realmente importante.
- Fechas señaladas; vacaciones, excursiones, salidas, reuniones…
- Menú del comedor
- Material que haya que adquirir o llevar a ciertas actividades
- Eventos
Y así utilizados, son aceptados por toda la comunidad educativa como una herramienta que puede llegar a agilizar ciertos procesos de comunicación y facilitar el trabajo de las y los docentes.
El problema deviene cuando estos espacios se convierten en na fuente de cotilleos, de información poco clara, de datos poco fiables y de espacio de protesta.
Se da en esos casos un efecto lupa, por la amplitud del número de personas que lo conforman, que hacen que cualquier acto nimio parezca el fin del mundo y provocan que se pierda la perspectiva acerca del tema o hecho que se está tratando.
Para ello es importante seguir unas pautas en el uso de esta herramienta.
1. El grupo de WhatsApp es un medio para intercambiar información relevante acerca de la vida escolar de nuestros hijos e hijas.
2. Atajar, cuanto antes, los usos inadecuados. No participar en los debates inapropiados o destructivos e intentar cortarlos.
3. Salir de los grupos poco eficientes o que no cumplen con los objetivos establecidos.
4. Y, recordar siempre, que las cuestiones que consideramos urgentes y/o muy relevantes, es mejor hablarlas en persona con las y los implicados.